En noviembre, tanto la renta fija como la renta variable mostraron rendimientos positivos debido a varios factores clave. En cuanto a la renta variable en Estados Unidos, la reelección de Donald Trump generó confianza en los mercados debido a las expectativas de políticas económicas favorables, como la reducción de impuestos y la mayor inversión en determinados sectores como el de infraestructuras.
Las expectativas de recortes de tipos de interés por parte de los Bancos Centrales se mantienen a la baja para los próximos meses, en respuesta a una moderación en la inflación y muy ligados a los datos de empleo y crecimiento. Estos rendimientos positivos reflejan un entorno de mercado optimista a pesar de las incertidumbres globales actuales. Los beneficios empresariales se sitúan con revisiones al alza y se espera un crecimiento de los mismos, para el año que viene.
No se han producido variaciones importantes en los indicadores macroeconómicos y se mantiene un crecimiento favorable. Los fundamentales acompañan para seguir viendo un escenario positivo, aunque sin descartar fluctuaciones puntuales que se traducirán en nuevas oportunidades de entrada.
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