Febrero de 2025 presentó un panorama mixto en los mercados financieros.
La inflación sigue siendo un foco de atención clave para el mercado , especialmente por el impacto de las políticas arancelarias estadounidenses. El incremento en las expectativas inflacionarias presenta posibles implicaciones para las próximas acciones de los bancos centrales.
A nivel macroeconómico, se observó una mejora en el sector manufacturero y una resistencia continua en el sector de servicios, manteniendo la senda de crecimiento. Los tipos de interés se mantuvieron estables en ambas regiones. En términos de valoración, las recientes caídas en la renta variable no han alcanzado los niveles suficientemente atractivos para incrementar la exposición a mayor riesgo, y se ha observado un fuerte impulso en determinados sectores de la defensa que monitorizamos de forma exhaustiva. De esta forma, los fundamentales económicos siguen siendo sólidos, el crecimiento económico, aunque moderándose, sigue una trayectoria positiva. En relación a los resultados empresariales, los del cuarto trimestre de 2024 han sido sólidos, y las estimaciones para 2025 siguen apuntando a un crecimiento de aproximadamente el 12% en USA y del 6% en Europa, lo que da un soporte fundamental para la renta variable.
Ante la volatilidad, se recomienda mantener la diversificación y evitar decisiones impulsivas, priorizando la estabilidad y el equilibrio en las estrategias de inversión. Las carteras diversificadas han demostrado ser una estrategia efectiva para sortear la volatilidad actual. En este escenario, mantenemos la posición estratégica de las carteras.
